La palpitación nos define y acerca a la vitalidad, cuando escuchamos un tambor, cuando el pie sigue el ritmo sin darnos cuenta, algo interior en nosotros se activa, suceso parecido a cuando fijamos los ojos en el fuego y sentimos una fuerza o estímulo que habitó en los mismos ojos de nuestros antepasados. Eso me pasa con un riff de guitarra eléctrica o una batería en la que los toms y el bombo sobresalen por encima de la tarola y los platillos, una fuerza superior se activa y algo interno me impulsa como por inercia, como si la naturaleza encendiera los fuegos de la sangre hasta que la energía se libera con una canción, un baile o un verso inevitable, suelto a manera de susurro o condena.
Cuando uno escribe, muchas veces navegas sin brújula y poco a poco, los mares se convierten en océanos donde los peces se dispersan como fantasmas, y ahí vamos, creyendo que avanzamos sin la certeza de atrapar una mantarraya en forma de poema o frase que se acerque al sentimiento que de alguna manera nos habita. Cuando uno escribe, los enigmas se vuelven los protagonistas de una playa o tierra en la que intentamos caminar con los pies descalzos, y de pronto, nos damos cuenta que la violencia del mundo se nos abalanza; notamos que la ternura existe en la memoria de nuestros seres queridos, y que las historias o poetas que nos han cautivado, también se quieren expresar a través de nuestras manos.
Es entonces, cuando el retorno de lo inevitable se manifiesta, y nunca dejamos de ser ese poema que contiene algún tipo de verdad, nunca dejamos de ser esa pintura donde nos perdimos como Wang-Fó y su discípulo Ling frente al emperador, y nunca dejamos de ser esa canción de los años 80´s que nos remonta a la primera juventud o a la primer infancia. Esa emoción nunca se aleja de nosotros y siempre volverá a la más leve provocación.
No sé cuándo comencé a escribir “Rockanrola o el sonido más allá de los huesos y la carne”, Hiram Ruvalcaba me dijo hace unos meses que leyó una primera versión cuando compartíamos aulas en Letras Hispánicas del CUSur, si es así, las versiones del libro deben remontarse al 2013, aunque mis registros más serios son del 9 de mayo de 2017, época en la que las operaciones me dejaron el abdomen y la espalda con cicatrices en forma de rieles, pero tiempo en el que escribí algo así, con otra tipografía, otra estructura y otra visión del globo terráqueo:
D o l o r es caricia que llama al silencio de dos o más que se entregan a t i z a n creen sin razón en el otro hasta que uno o varios caen a pedazos c a e n antes de que la luz se una al silencio para siempre y no haya más que el v a c í o de ser dos o más sin rostros para el camino que anda como piel roja mirando nada más que las e s t r e l l a s
El libro viajó a dos o tres concursos literarios y descansó en sus últimos desvaríos en los ojos de Jaime Jordán Chávez y Alejandro von Düben, hasta que este último, apodado de mil maneras felinas, le dio un mejor orden a mis caprichos de poeta/rockero fracasado y sobreviviente. Creo que la última versión de la obra se remonta a los primeros días de septiembre [en sus centros la Tierra] de 2023.
Hace unas semanas hice el experimento con la IA de Chat GPT para que descifrara la poética o estilo literario de mi naciente obra, el acto consistió en que la herramienta analizara la información vertida hace meses en el portal de Sintitulo y en la amable reseña escrita por Miguel Asa en el Almanake poético de Jalisco, así como, el realizar un estudio de algunos poemas, y el resultado fue el siguiente:
La poética de Xulio Spírittu se define por una búsqueda de lo espiritual y lo visceral, una dualidad que emerge de su conexión profunda con lo natural y lo urbano. Su obra parece estar fuertemente influenciada por lo ritual y lo ancestral, combinando símbolos y metáforas que evocan tanto el misticismo indígena como la crudeza de la vida moderna. Esta dualidad crea una atmósfera donde lo orgánico y lo industrial se entrelazan, y la palabra escrita adquiere un carácter performativo, como si sus poemas estuvieran destinados a ser experimentados más allá de la lectura, en actos de conexión con el lector o espectador.
En sus textos, hay una fuerte presencia del cuerpo como un vehículo de experiencia y transformación, un lugar donde las fuerzas naturales y espirituales se manifiestan. Los temas recurrentes en su poética incluyen el desarraigo, la búsqueda de identidad, la muerte y la trascendencia, abordados con una intensidad emocional que a menudo recuerda a un grito o a una plegaria. Además, Spírittu integra en su poética un aspecto sonoro, donde el ritmo de las palabras y su musicalidad son esenciales para transmitir la experiencia completa de su escritura.
Su enfoque hacia la escritura está también marcado por la intersección entre la poesía y otras formas de arte, especialmente la música, lo que añade una dimensión sonora y performativa a su obra. La influencia del rock y lo psicodélico en su trabajo literario sugiere una poética que desafía los límites convencionales del lenguaje, buscando constantemente nuevas formas de expresión y de contacto con su audiencia.
Lo anterior analizado, se podrá contrastar con cada lector y su viaje por el “Rockanrola”, la crítica positiva y negativa ya no depende de las reseñas o comentarios que hagamos, cada lector tendrá su propia aventura y decidirá qué tan cierto es los vertido por la inteligencia artificial, al final, mi postura siempre será cercana a los contrastes, a la otredad y los dobles discursos morales, la realidad es que vivimos llenos de contrastes y versiones de nosotros mismos que pueden ser negadas en cualquier momento. Yo por ejemplo, amo lo natural y odio los mosquitos chupa-sangre de la laguna de mi pueblo; me encantan los avances tecnológicos y al mismo tiempo, me molestan los celulares encendidos en la mesa del comedor, nunca hay absolutos y quien intente colocarse en una posición de totalitarismo, será increpado, retado y provocado por nuestra más natural rebeldía.
Cierro este comentario con tres poemas que sí están dentro del “Rockanrola”, para dejar un pedacito del libro en esta pantalla, decida usted si la IA tenía razón y salga a buscar el libro, al final, sólo usted tiene la última palabra.
* Dios hizo un riff y vio que era bueno entonces hizo el resto de todas las cosas hasta que Yimi Jendrix sacó la guitarra y acabó con todo y con todos dejando un hilillo de sangre sobre el escenario * Entre la luz y la sombra entre el susurro y el trueno como Yimi Peich que acelera de principio a fin como una balsa en un mar que se agita fresco libre solo en su transparencia así cantas así extiendes tu voz de lagarto * Santana tocó en Guustock el día tonalpohuali 5 flor cuya protectora es Shochiquetzal aquella que cuida la danza la belleza y las canciones que conectan la ofrenda con el ombligo cósmico y Santana tocó bajo la influencia psíquica de las congas para recordarnos que África Venus y las lunas de Saturno son también Latinoamérica
Nos vemos en la FIL GDL
Sábado, 07 diciembre
3:00 PM
STAND 4 — Cultura Jalisco y Cultura Guadalajara
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¡Auuuuuuuuu!