Emotiva y crítica es la propuesta del guionista y director Matt Ross en el largometraje “Capitán fantástico”, un drama familiar que cuestiona el modo de vida actual y la manera de educar a los hijos.
Presentada en 2016, los comentarios hacia la película por parte de la crítica fueron positivos, incluso llegó a ser nominada en el Festival de Cannes, los Premios de la Crítica Cinematográfica, los Globo de Oro y el Óscar, gracias a la destacada actuación de Viggo Mortensen, quien saltara a la fama por su participación en “El señor de los anillos” interpretando al «heredero de Isildur», Aragorn.
En esta ocasión, Mortensen actúa como el patriarca Ben Cash, quien tras los problemas de salud de su esposa, tiene que hacerse cargo de sus seis hijos bajo un ritmo de vida más natural, entre el bosque, el ejercicio y las noches de esparcimiento intelectual con lecturas, música y debates. La familia, por decisión de los padres, vivió alejada de la sociedad y constantemente se movió de un lugar a otro hasta encontrar un espacio propicio para construir sus cabañas y alimentarse de la forma más sana posible. Los seis hermanos se apoyan para su propia educación, tienen lecturas asignadas, practican varios idiomas e incluso discuten sobre la economía mundial. Una familia de nobles salvajes que crecen bajo los árboles y tratan de sacar lo mejor de cada uno en medio de circunstancias poco comunes.
“La gente paga por su propia subordinación”.
Noam Chomsky
Niños hábiles para usar un cuchillo, adolescentes y jóvenes que cuestionan su realidad y retan a su padre para entender mejor su mundo, los conflictos en la película se desatan cuando esta familia neo-hippie y seguidora de las ideas de Noam Chomsky tiene contacto con la sociedad. El aislamiento autoimpuesto y su manera diferente de comportarse les acarrea problemas hasta con sus tíos y abuelos, es entonces cuando todos tienen que evaluar su estilo de vida y sus ideas sobre lo que pasa a su alrededor, lo que les llevará a tomar importantes decisiones, sobre todo al padre, que por muchos años vivió y compartió el sueño de ser un buen salvaje junto a su familia.
Son poco populares este tipo de propuestas cinematográficas que se aventuran y plantean los temas de siempre desde miradas filosóficas distintas, que aunque estén llenas de ficción, nunca dejan de rondar los escenarios posibles. Películas como “El señor de las moscas” de Harry Hook que explora la naturaleza violenta de un grupo de niños varados en una isla y que nos presenta como seres humanos que acorralados somos muy cercanos a la crueldad o “Planeta libre” (La belle verte) de la francesa Coline Serreau, que desde la perspectiva de una mujer de otra galaxia, nos hace preguntarnos cómo aceptamos vivir entre el humo de los coches y el agua embotellada, mientras podemos ver en una ficción, que es factible pensar en una comunidad que avanza científicamente hasta realiza viajes interplanetarios, sin perturbar el entorno ecológico.
Gracias al Internet podemos acceder a otro tipo de películas como “Capitán fantástico”, “El señor de las moscas” y “Planeta libre”, algunas de ellas gratis en plataformas como YouTube y al alcance de un solo clic. Las tres son opciones muy singulares, dignas para sentarse o recostarse en compañía de alguien o de uno mismo, y disfrutar de largometrajes, que además de proponernos ver la vida de manera diferente, también liberan una que otra sonrisa y dejan que cada quien descubra nuevas ideas y realice sus propias conclusiones, a fin de cuentas hay que disfrutar de un buen momento, y siguiendo la filosofía de Noam Chomsky, cuestionarlo todo siempre.
“Si asumes que no existe esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que existe un instinto hacia la libertad, entonces existen oportunidades para cambiar las cosas.”
Esta reseña la publiqué en 2018 en El Suspicaz, un medio independiente que se destaca por publicar importantes reportajes para la historia de las comunidades del sur de Jalisco. Agradezco mucho a Martha Guillén y Lauro Rodríguez por impulsar los #ojosdevideotape.
Gracias por estar acá.
Nos olfateamos pronto.
U*[x]*U
¡Auuuuuuuuuu!