Almanake poético y algo más
Un acercamiento a la labor del intenso y aventurero Miguel Asa.
"La vida de la vida es promoverte. Tu victoria, la muerte de la muerte. A ti, libertador de la Pintura". Fragmento de Al movimiento de Rafael Alberti
Proyectos exitosos de promoción cultural son poco difundidos en México y los relacionados con la poesía lo son aún más, es verdad que a través de los colectivos, estudios de academia o antologías independientes, se puede retratar la salud y el surgimiento de escritores, cantores y poetas de la nueva ola o marea u océano de literatos y artistas emergentes, pero algunos no logran trascender más allá de su círculo cercano, volviéndose recuerdos únicos de quienes conformaron el índice o estuvieron al rededor del proyecto, y cuando no hay algún representante que destaque a nivel internacional o a nivel político, el impacto es menor en la comunidad, región o país. Sólo algunos investigadores e interesados logran rescatar algo de lo que fue un esfuerzo individual o colectivo para que las voces tengan eco y presencia en la historia literaria.
A pesar de esto, todavía existen algunos inadaptados que continúan empujando desde sus trincheras, donde habitan y se recargan de energía para avanzar con la bandera de un arte vivo que no le importa cuántos ojos están mirando, porque lo relevante es estar con la obra, conectarse con la pulsación creativa y manifestar lo que dictamina el espíritu, a pesar del creciente culto a la ignorancia que predomina en la sociedad en general, una sociedad que se ha especializado en consumir contenidos hechos en redes sociales sin fondo, sabor, ni forma, rodeados de una inmediatez fácil de digerir y de olvidar.
Sin duda, los tiempos actuales son un reto para los artistas de cualquier rubro o gremio, ya que se han tenido que adaptar a las nuevas plataformas y hábitos de cada comunidad y entorno, y poco a poco, se observan algunos caminos que están encontrando destinos con puertas abiertas para exponer sus talentos y propuestas literarias.
Y desde una trinchera con ruedas, pedales y con el sudor goteando el pavimento nos escribe Miguel Asa, el aventurero de montañas, selvas, muros, socavones y playas con lunas de sangre, el apasionado por las voces, murmullos y silbidos de pájaros cantores, a veces poetas exóticos y a veces tradicionalistas, ecos por igual que reverberan desde el pasado y que retumban en el presente como deseando nombrar algo del incógnito futuro. Desde esa estancia con wifi y un plato de chilaquiles trabaja Miguel Asa, el ciclista, pintor, poeta, agente creativo, tallerista, productor, viene/viene, fotógrafo, telefonista, ilustrador, muralista, comensal, maestro de ceremonias, gestor cultural y hacedor de esperanzas, el hombre orquesta que ha impulsado proyectos como Por favor lea poesía, Matriolax, Minervo, Foros Xu y Ululayu, del cual también se desprenden Kaxax Poetik y el Almanake poético de Jalisco, este último, una aventura donde el testigo del verso aprovecha todos sus años de experiencia en la promoción artística para difundir la obra de autores con trayectoria y en desarrollo, y a la nueva camada de mujeres y hombres entregados al poema escrito, hablado, cantado y ejecutado con hombros, codos, rodillas y hasta con los nudillos cuando se debe.
Miguel ha emprendido una serie de artículos donde nos presenta un perfil o retrato visual y escrito muy singular de cada autor, y además, su ojo [coqueto, incómodo e incendiario] captura con su cámara el presente y los entornos naturales del poeta o la poeta en turno. En el ejercicio aparecen autores como Carmen Villoro, Ángel Ortuño, Raúl Aceves, Juan Azuara, Frida Tejada, Aurora González, Melissa Niño, Luis Armenta y varios poetas con una relación cercana al sur de Jalisco como Eva Espinoza, Jaime Jordán Chávez, Luna Cueva, Ricardo Sigala, Alejandro von Düben y un perro, fiel, aullador de San Sebastián del sur. Por mencionar algunos ya publicados y otros que están por aparecer en el sitio web.
Los esfuerzos de Miguel ahora no sólo se centran en proponer una forma distinta de acercar la poesía y a sus autores a la sociedad, su intención más encomiable es la de hacer comunidad, que los diferentes talentos se reconozcan, interactúen y se conecten, cosa que puede sonar a utopía, pero que a paso lento va entregando frutos dulces en Jalisco. Pero todavía hace falta que ese gran árbol poético se reconozca aún más para que madure y pueda echar más raíces por todo México y el resto del mundo, y no me refiero a lo que ya se hizo en el pasado, sino al presente que brota y se manifiesta, porque cada poeta no es más que una semilla que está por caer nuevamente sobre la tierra, y sabemos lo que sucede cuando la palabra cobra vida y nos acerca a la belleza, y esa debería ser la encomienda, acercar el verso y que este encuentre su mejor hábitat, su mejor destino para crecer como los bosques más altivos y capaces de transmitir todos los sueños del mundo, sin olvidar sus pesadillas.
No sabemos si esto ocurrirá del todo y es verdad que algunos procesos se dan de forma natural sin necesidad de un empuje constante, pero podemos ver o darnos cuenta cómo cada día, el hombre se baja de la bicicleta, se mira en el espejo, lee uno o dos versos, coloca sus herramientas en la mesa, escucha sus archivos y comienza a teclear, con la disciplina de un escultor griego en su taller, que no hace más que retratar el presente de otro de los suyos, y en algún punto, se manifiesta la poesía como algo inevitable, como un hallazgo que sólo se alcanza con entrega, sudor y la pasión de un hijo de las musas, esas que nunca están ahí, pero que sabemos que existen, porque también somos murmullos, huesos, carne y las musas habitan en la memoria de una sangre que a todos nos une al fin de cuentas.
Desde el #cantaverso felicito y agradezco a Miguel Asa y a todos sus colaboradores y amigos por su labor de floricultores y periodistas, y no me resta más que invitar a todos a visitar el Almanake poético de Jalisco y Kaxax Poetik, proyectos abundantes en sensibilidad, rostros y palabras, que poco a poco crecen y se parecen más a un ecosistema lírico que se expande desde las tierras del tequila, las pitayas y los cuerpos como árboles cercanos a la sombra, al murmullo que se libera con astucia y con sorpresa.
Larga vida al verso incómodo y constante,
y no lo olvide:
¡Por favor, lea poesía!
Agradezco tu lectura.
Nos vemos en el siguiente ombligo de semana.
U*[x]*U
¡Auuuuuuuuu!